El proyecto surgió en una charla, una de las tantas que habían tenido durante todos los años de amistad que las une. De a poco se fue materializando hasta que en 2017 se hizo realidad. En ese momento Victoria Palmer y Adriana Scandroglio inauguraron «Maternal Primeros Pasos», un centro educativo para la primera infancia ubicado en Lagomar, Ciudad de la Costa.
«El lugar surgió luego de un estudio de campo que arrojó la necesidad en la zona de un centro de estas características», contó Scandroglio. «El aspecto edilicio debía reunir características fundamentales, tales como, ambientes soleados, aireados y con espacios verdes, en eso centramos la búsqueda», señaló Palmer.
«Comenzamos recibiendo niños desde 45 días a 3 años y luego ampliamos nuestra propuesta a niveles 4 y 5. El centro se encuentra habilitado por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), cumpliendo con todos los requisitos que marca el organismo, añade Scandroglio.
Jugar, jugar y jugar
Hablar de educación en primera infancia es el término más adecuado para referirse a la acción educativa en niños y niñas cuyas edades están comprendidas entre los 0 y 6 años.
«En este principio basamos nuestra tarea como educadoras, con una mirada y escucha atenta, acompañando, facilitando ambientes, tiempo y recursos», expresó Palmer.
El centro pone al juego como centro de las propuestas y con la certeza de que a través de él se pueden abordar todos los aspectos como desarrollo cognitivo, crecimiento, exploración, imaginación, emociones, entre otros, brindando seguridad y respeto a los niños y niñas en sus diferentes potencialidades, lo que es posible gracias a que mantienen grupos reducidos.
A la propuesta cotidiana de la sala se le suman otras actividades semanales como taller de música, psicomotricidad, inglés y este año natación, todas a cargo de docentes especializados en primera infancia.
En la misma línea, Palmer explicó que todo el equipo docente posee formación en el aérea, lo que permite estar en tarea con el conocimiento y las herramientas necesarias para esta profesión.
«Nuestra propuesta apunta a la no escolarización de los niños y niñas en primera infancia, en sintonía con la mirada actual que busca dejar atrás las estructuras rígidas de la enseñanza tradicional, para pasar a las actividades lúdicas y descontracturadas, con ambientes donde todo está al alcance de los niños, como juguetes, libros, pertenencias, etc. Muchas veces se considera a la etapa inicial como un momento que prepara para la escuela, el paso previo, desconociendo a esta etapa de suma importancia en sí misma», señaló Scandroglio.
Primeros Pasos en pandemia
Al igual que al mundo entero, la pandemia tomó por sorpresa a todo el personal de Primeros Pasos. Se despidieron un viernes, esperando volver el lunes pero ese regreso se aplazó durante meses. En ese tiempo la creatividad de las educadoras afloró para poder superar el desafío que implicaba mantener el contacto y la cercanía con niños de tan corta edad.
«Entre todo el equipo teníamos que lograr sostener el vínculo con los niños, niñas y sus familias de manera virtual. Planificamos cada encuentro como si estuviéramos en la sala, proponiendo actividades familiares conocidas por ellos, como canciones, cuentos, y más, habilitándolos también a contarnos lo que quisieran. Esto fue posible durante 3 meses gracias a rol fundamental de la familias, acompañándonos y apoyándonos en todo momento, resumió Scandroglio.
Durante el primer día hábil de febrero y hasta marzo el maternal abre sus puertas «en modo colonia», lo que implica que los niños puedan participar de distintos talleres, como por ejemplo de reciclaje, de cocina, de títeres o de agua. El horario que se maneja es el mismo que durante el resto del año, de 08:00 a 17:00 con la posibilidad de extenderse hasta las 18:00.
«Las inscripciones tanto para la colonia como para el resto del año están abiertas permanentemente, lo que permite adaptarse a las agendas laborales de los padres», explicó Palmer.
Fuente: El País